La parábola del fariseo y el publicano

Parábolas para el diálogo


 


 


Lucas 18, 9-14

También les contó una parábola a algunos que se tenían a sí mismos por justos y despreciaban a los demás. Les habló así:

 

«Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno de ellos era un piadoso fariseo, y el otro un aborrecible publicano.

Muy erguido, el fariseo oraba de este modo: “Dios mío, te doy gracias porque yo no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros. Y mucho menos como ese publicano.

Al contrario, yo ayuno dos veces por semana y doy los diezmos de todo lo que gano.”

Por su parte, el publicano, alejado del fariseo, ni siquiera se atrevía a levantar los ojos del suelo, sino que lamentando sus faltas se golpeaba el pecho y decía:” Dios mío, ten misericordia de mí, que soy pecador.”

Pues bien, os aseguro que este último, y no el fariseo, regresó a su casa justificado por Dios. Porque todo aquel que a sí mismo se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.»

 


10/10

¿En qué áreas de nuestra relación (hijos, economía, familia, …) me veo superior a ti? ¿Cómo me siento ante mi respuesta?

 


10/10

¿En qué me creo inferior a ti pero quiero crecer con tu ayuda? ¿Como me hace sentir la respuesta?

  


10/10

¿Cómo me siento al leer este pasaje del Evangelio? ¿Qué me pide que cambie en nuestra relación de pareja?

  


 

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