Actúa

  

 

Un hombre que paseaba por el bosque vio a un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro.

 

Al día siguiente, Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre.

 

zorro herido alimentado por un tigreEl hombre comenzó a maravillarse de la gran bondad de Dios y se dijo:

 

- Voy también yo a quedarme en un rincón, confiando en el Señor, y Éste me dará cuanto necesito.

 

Así lo hizo durante muchos días. Pero no sucedía nada. El pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una voz que le decía:

 

- Oh tú, que te hallas en la senda del error, abre los ojos a la verdad. Sigue el ejemplo del tigre y deja de imitar al pobre zorro mutilado.

 

Luego, el hombre vio a una niña aterida y tiritando de frío dentro de un ligero vestido y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Se encolerizó y le dijo a Dios:

 

- ¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?

 

Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de improviso, le respondió:

 

- Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti.

 

Manuel Sánchez Monge. “Parábolas como dardos”

 


 

Muchas veces tendemos a esperar que los problemas se nos resuelvan “desde fuera”:

 

· Si me preocupa la situación económica, espero que los políticos resuelvan la crisis o que me toque la lotería. Espero que tú gastes menos, que baje el precio de la electricidad y de la gasolina, etc.

 

· Si en casa discutimos mucho, espero que tú seas más flexible o que me pidas perdón por la última ofensa recibida; o que nuestros hijos hagan lo que yo digo y piensen como yo pienso.

 

· Si estoy bastante enfermo, espero que intervenga Dios y me cure o que los médicos descubran una solución maravillosa.

 

· Si tengo sobrepeso, espero que funcionen las pastillas milagrosas que me estoy tomando.

 

· Si encuentro aburridas las reuniones de nuestro grupo, espero que los responsables las preparen de forma más original y amena.

 

· Si estoy agobiado, espero que todos lo tengan en cuenta y sean considerados a la hora de pedirme cosas.

 

De esta forma, esperando, puedo culpabilizar a los demás de lo que me pasa y estar conforme conmigo mismo, con mi falta de acción, pensando que no está en mi mano hacer nada al respecto y creyendo que son los demás los que han de cambiar.

 

Pregunta para el diálogo :
¿Qué problema tengo actualmente que pienso que no está en mi mano resolver? ¿Cómo me siento ante mi respuesta?

 


 

Esperar es un error. Los demás siempre me decepcionan, porque no está verdaderamente en su mano la solución de mis problemas.

Mis temores no se van a resolver ni siquiera aunque me toque la lotería: pasaré a temer que me roben, que se aprovechen de mí o que me quieran por mi dinero y no por mí mismo. Sin embargo, puedo analizarme e identificar la fuente de mis temores y, junto a ti, encontrar una respuesta serena, contagiarme de tu visión de las cosas y ser más feliz.

 

Las reuniones siempre me van a parecer iguales si espero que me saquen de mi propia rutina.

 

Mis sentimientos son distintos cada día, mi vida va cambiando y, si quiero, puedo compartir algo nuevo cada vez, ponerme nuevas opciones que me sirvan para crecer ahora, que respondan a mi necesidad de hoy. Así haré la reunión nueva cada vez.

 

Mis agobios no me los va a resolver nadie si yo no aprendo a decir no y, sobre todo, si no empiezo a organizarme mejor.

 

Por supuesto que no puedo elegir si se cura mi enfermedad, pero sí que puedo decidir cómo la vivo: encerrado en mí mismo, enfadado con mi suerte o compadeciéndome de mi mala suerte; o alegre y abierto, viendo con optimismo todo lo demás que sí tengo sano y aprovechando y saboreando todos los momentos.

 

Debo analizarme en profundidad, conocerme más, reconocer mis errores, confiar en mis posibilidades, creer en mí, aceptar mi responsabilidad, confiar en ti, descubrir los pequeños tesoros que hay en tu interior, en nuestros hijos, en nuestros amigos,…disfrutar de los detalles positivos de la vida porque estoy atento a verlos.

 

Pensando en “qué puedo hacer yo”, podré decidir por mí mismo cómo ser más feliz y, confiando en mis posibilidades, me pondré manos a la obra.

 

Pregunta para el diálogo :
¿Qué puedo hacer yo para vivir de otra forma mi problema? ¿Qué opción concreta me pongo? ¿Cómo me siento ante mi respuesta?

 

2 respuestas a Actúa

  • jessica dice:

    hola amigos, estaba recordando que hace un buen tiempo atrás ustedes publicaron una película muy buena Italiana. No e podido recordar su nombre, si pudiesen ayudarme se los agradecería mucho. (en una parte de la película el sacerdote hace salir a los invitados en el matrimonio, por si les sirve de algo para recordar.) muchísimas gracias.
    cariños desde chile

    • RdP dice:

      Hola, Jessica.
      La película a la que te refieres debe de ser “Comprométete” (Casomai en la versión italiana), pero no la publicamos, sino que tomamos algunas imágenes para la segunda mitad del vídeo “Origen y Misión de Encuentro Matrimonial”.
      Un abrazo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>