Descubrir nuestras necesidades

  

 

En Encuentro Matrimonial pretendemos que nuestra comunicación en pareja no se quede en el nivel “habitual”, que es hablar de lo que nos sucede y de lo que opinamos, sino alcanzar una profundidad mayor y llegar hasta lo que sentimos.

 

Sin embargo, una vez conseguida esta fase, hemos de intentar no conformarnos con comunicarnos únicamente los sentimientos, sino llevar nuestro diálogo “hasta las necesidades”

 

Se trata de transformar nuestras técnicas de comunicación, que fomentan nuestra cercanía como pareja, en verdaderas herramientas de crecimiento personal. Así, podremos ser personas más completas, equilibradas y, por tanto, más felices.

 

Y para comprender mejor los conceptos que se manejan, es fundamental establecer un paralelismo entre nuestras necesidades físicas (beber, comer, abrigarse, dormir, etc) y nuestras necesidades “humanas” (ser amado y ser válido, fundamentalmente).

 

Nuestras necesidades físicas no necesitan explicación ni conocimientos para satisfacerlas: por puro instinto animal sabemos que hemos de beber cuando sentimos sed y que hemos de comer cuando sentimos hambre.

Beber si se tiene sed

Pero no es tan sencillo con nuestras necesidades “humanas”: no siempre sabemos “cómo comer” cuando sentimos “hambre de ser amados”.

 

Las señales de esas necesidades son los sentimientos, que son reacciones internas y espontáneas.

 

En muchos momentos del día, experimentamos sentimientos, que pueden ser de felicidad, alegría, etc. (positivos), o ser de enfado, tristeza o temor (negativos).

 

Cuando los sentimientos son positivos, quiere decir que todo va bien. Pero cuando los sentimientos son negativos, es porque lo que nos está ocurriendo no nos hace felices. Necesitamos “algo” diferente de lo que estamos viviendo.

 

Y al igual que cuando sentimos hambre es porque tenemos insatisfecha la necesidad de comer, cuando tenemos un sentimiento negativo es porque tenemos insatisfecha una necesidad “humana” (ser amado o ser válido).

 

Por tanto, del mismo modo que cuando tenemos sed decidimos beber, cuando tenemos necesidad de vernos amados o válidos hemos de decidir qué debemos hacer para satisfacer mejor esas necesidades.

 

Para eso, primeramente hemos de identificar la necesidad humana que tenemos insatisfecha: ¿necesitamos vernos amados o vernos válidos?.

¿Qué es…?

Ser amado: necesidad de ternura, de cercanía, de amistad, de calor, de tener un sitio en el corazón de los otros. Ser alguien para el otro. Y también, vivir en pertenencia: compartir un proyecto común, verse integrado en un grupo.

Ser válido: necesidad de ser apreciado, tener mi sitio, mi importancia, existir a los ojos de los demás. Ser útil para mí y para los otros. Y también, ser autónomo: ser uno mismo, libre y capaz para tomar mis propias decisiones.

Y, una vez identificada la necesidad, debemos valorar si lo que estamos haciendo es lo más adecuado para satisfacer esa necesidad (sobre todo, si el sentimiento negativo aún continúa). Por tanto, podríamos probar a hacer otra cosa distinta que nos ayude a satisfacerla mejor.

 

Es igual que si, cuando tuviésemos hambre, nos diésemos cuenta de que nos estamos poniendo el abrigo (como si tuviésemos frio) y nos hiciésemos la pregunta “¿Puedo hacer otra cosa que sea mejor?”. Y nos respondiésemos: “Mejor, me como un bocadillo”. Eso es ser “responsables” con nuestra necesidad de comer.

 

Pues igualmente podemos ser responsables y podemos decidir “alimentar” mejor aquella de nuestras necesidades básicas (humanas) que nos está produciendo un sentimiento negativo.

 

Es muy importante analizar con frecuencia nuestros comportamientos reales ante nuestros sentimientos negativos, porque no nos resulta tan fácil ni tan instintivo como con las necesidades físicas.

 

“Llego a casa con ilusión por verte. Me contestas con brusquedad y me siento abatido y decepcionado. Decido irme a ver la televisión y tratarte con indiferencia.

 

Cuando lo analizo, me doy cuenta de que tengo insatisfecha la necesidad de verme amado, pero lo que estoy haciendo (distanciarme de ti) no la satisface, sino que la agrava.”

 

De este modo, nos iremos conociendo más; iremos aprendiendo de nuestras actitudes inconscientes, que no siempre son las más eficaces para satisfacer nuestras necesidades y podremos elegir otros comportamientos que sean mejores.

 

Para finalizar, recordaremos que la otra persona no puede satisfacer nuestras necesidades: solo nosotros mismos podemos hacerlo.

 

Puede ayudarnos y crear un clima favorable, del mismo modo que puede prepararnos una comida y ponernos un plato delante, pero sólo comiendo nosotros mismos satisfacemos nuestra hambre.

 

Para satisfacer nuestra necesidad de vernos amados, SÓLO PODEMOS AMAR.

 

Grupo CERO / Post-EM Valencia

 

6 respuestas a Descubrir nuestras necesidades

  • desiree dice:

    :grin: bendiciones

  • Definitivamente la comunicación de pareja debe ser mas que meros asuntos de quehaceres y pasar a sentimientos, deseos, anhelos, pensamientos y fe, de esta manera la pareja y familia profundiza en conocimiento del uno con el otro y se unen mas

  • RdP dice:

    Gracias por el comentario, amigos, y por tantos años de trabajo en pareja. Os enviamos una bendicion especial gigante (que cubra todo el estado de Texas).

  • Hilario y Malena vega dice:

    Muy buen articulo ,nuevamente nos remontamos a nuestro taller de dialogo alla por el año 1982,estaban tan claros los conceptos y los ejemplos al igual que en su articulo,enhorabuena ;gracias por su dedicacion su amor a este movimiento y a este sueno de cambiar al Mundo a traves de nuestro amor.
    Tienen razon al referirse que los sentimientos no son ni buenos ni malos es la reaccion a ellos la que los hace de una forma u otra,pero al identificarlos tenemos control sobre nuestra actuacion.( puedo comparar los sentimientos negativos acumulados como una olla de presion sin valvula de escape,a punto de estallar,y el control como una llave de paso en donde uno sabe hasta que punto la cierra).Saludos desde Houston tx.

  • RdP dice:

    Hola, Hernando. Gracias por tu aportación.
    En efecto, para nosotros, los sentimientos tampoco son “buenos” o “malos”, desde el punto de vista moral. De hecho, por ser espontáneos, no se pueden reprimir y por tanto no pueden ser calificables moralmente. Lo que es “bueno o malo” es el comportamiento que tenemos a continuación, y eso sí que lo podemos elegir.
    La clasificación de sentimientos en “negativos” y “positivos” no es moral, sino formal. Es una forma de agrupar sentimientos en función de que indiquen “carencia” o “satisfacción” en relación con las necesidades. Si un sentimiento es “negativo” (del grupo del miedo, de la tristeza o de la ira), indica que hay una necesidad insatisfecha (ya se verá cual). Si un sentimiento es “positivo”, indica que nuestras necesidades estan satisfechas. Sin entrar en la moralidad del sentimiento.
    Un abrazo.

  • HERNANDO LÓPEZ NORMAN dice:

    Cordial saludo, me parece muy buen articulo, solo un comentario, que los sentimientos no son ni buenos ni malos, ni positivos ni negativos. como lo han dicho los sentimientos son un indicador que algo pasa en nuestro interior, que tenemos necesidades satisfechas o insatisfechas.
    recuerden que estos calificativos se los podemos dar a los comportamientos más no a los Sentimientos.