El anillo de boda
El anillo de boda es uno de los símbolos que se entregan los esposos, durante la ceremonia de la boda, como signo de amor y fidelidad. Por eso también se denomina “alianza”.
Parece ser que la primera constancia del uso de anillos se encuentra en Egipto, en el año 2700 a.C. En ese tiempo, los enlaces entre los matrimonios egipcios se sellaban entregando unos anillos que, por su forma circular, personificaban la eternidad: una línea sin fin del amor que se habían prometido. Los anillos se realizaban habitualmente de tela, renovándose cada año las promesas de amor y los anillos que las simbolizaban. También se fabricaban en otros materiales, siendo frecuente el uso del oro en las clases sociales más altas.
Se cree que este signo se entremezcló con otro que proviene de la antigua Roma, donde era costumbre “sellar” las cartas y los documentos (cuando alguien adoptaba un hijo, le entregaba el anillo con el sello familiar), y las esposas sellaban las arcas y los cajones de las provisiones, a fin de controlar los posibles robos en las despensas.
Por esta razón, en la celebración del “contrato” del matrimonio, se hacían entrega del anillo con el sello, quedando así la esposa como responsable del ajuar y las despensas familiares.
Posteriormente, los cristianos adoptaron esta entrega como símbolo de su compromiso matrimonial, usándolo habitualmente en el dedo anular desde que San Isidoro dijo que en dicho dedo existía una vena que llegaba hasta el corazón.
Pero hay una antigua leyenda que cuenta, de forma más romántica, el motivo por el que el anillo se utiliza en el cuarto dedo de la mano.
Los pulgares representan a los padres. Los índices representan a los hermanos y amigos. El dedo corazón representa a uno mismo. El dedo anular representa a la pareja. El dedo meñique representa a los hijos.
Junta tus manos por la punta de los dedos y une los dedos medios, doblándolos para que queden opuestos. Entonces prueba a separar cada pareja de dedos “enfrentados”.
Al intentar separar de forma paralela los pulgares (que representan a tus padres) se abren fácilmente. Eso es porque tus padres no están destinados a vivir contigo hasta el día de tu muerte. Únelos de nuevo.
Ahora intenta separar igual los dedos índices (representan a tus hermanos y amigos). Notarás que también se abren porque ellos van por caminos diferentes al tuyo, como casarse y tener hijos. Vuelve a unirlos.
Si intentas separar de la misma forma los dedos meñiques (que representan a tus hijos) también se abren, porque tus hijos crecen y cuando ya no te necesitan se van.
Finalmente, trata de separar tus dedos anulares (el cuarto dedo, que representa a tu pareja) y te sorprenderás al ver que simplemente no puedes separarlos. Eso se debe a que una pareja está destinada a permanecer unida hasta el último día de sus vidas y por eso el anillo se usa en ese dedo.
Pregunta para el diálogo :
¿Qué significa para mí hoy la frase “…todos los días de MÍ vida”? (no dice “de TU vida”) ¿Cómo me siento ante esto?